Cuando me desperté para hacer sadhana Ravi Inder estaba con el pecho cerrado, producto del espiral que habíamos puesto la noche anterior
A él le sucede bastante seguido y eso de inmediato me trasladó a mi hermana, quién vivió toda su infancia con un espasmo crónico
Mientras cantaba el Jap Ji me di cuenta de que a mi también se me había cerrado un poco el pecho, como nunca me pasa no tenía el en cuerpo la sensación física que provoca esa incapacidad de respirar libremente, eso me hizo identificarme más con ellos, pendiente de escucharlo respirar y a través de él a mi hermana en la distancia

Sentada en el centro de mi casa quinta de Funes, lugar donde transcurrí gran parte de mi infancia y a donde no venía desde la muerte de mi papá, me vi rodeada por un torbellino de recuerdos
Me desbordó el miedo a la muerte que me acompaña silenciosamente desde muy pequeña, me vi yendo hasta donde hoy dormía Ravi Inder para escuchar si mi papá respiraba años atrás, me vi haciendo lo mismo cada integrante de mi familia
La incapacidad de ir a dormir a la casa de alguien por miedo a que sucediera algo y yo no estuviera ahí me acompañó hasta después de irme a vivir sola creo

De repente sentí que mi alma ya sabía, ella recordaba que lo iba a perder a mi papá
Esa gota de lucidez fue muy fuerte, no cuando ni como pero sabía que lo perdía
Sentí que mi miedo no era injustificado, que en mi siempre había existido esa certeza en lo profundo, que por ello mi relación con mi papá fue tan pasional y tan distante a la vez, mi alma sabía que él iba a partir

Me vi como niña arrastrada por ese torbellino,
Me veo como adulta intentando salir de él…

Al finalizar la dicha de haber hecho sadhana me desbordó por completo